¿Qué es la rosácea?
La rosácea es una dermatosis frecuente y crónica que se expresa de diferentes maneras en la piel. Afecta, de manera habitual, a la zona central de la cara como un enrojecimiento mantenido (cuperosis), aparición de telangiectasias (“venitas”) y sensación de piel sensible persistente. También pueden añadirse pústulas y, en los casos más graves, afectación ocular con inflamación en parpados, conjuntivitis o irritación ocular, entre otros.
El prototipo de paciente con rosácea es una mujer, mayor de 30 años, piel blanca y ojos claros.
¿Qué síntomas tienen los pacientes con Rosácea?
Enrojecimiento de la zona central de la cara: Cuperosis.
Flushing: Consiste en la aparición súbita de enrojecimiento, sensación de calor y quemazón localizado en cara y cuello, acompañado (o no) de sudoración.
Telangiectasias: Son vasos sanguíneos dilatados, visibles en la superficie cutánea, más frecuentes en punta y alas nasales, así como en mejillas.
Pápulas y pústulas similares al acné. Suelen ser de aspecto más inflamatorio y ocasionar dolor.
Intolerancia a cosméticos.
Edema facial que puede mantenerse varios días.
Rosácea fimatosa: Corresponde a un engrosamiento de la piel, normalmente de la nariz que ocasiona contornos irregulares. La mayoría de estos pacientes son varones adultos.
Afectación ocular: Ocurren en más de la mitad de los pacientes con rosácea. Lo más frecuente es encontrar telangiectasias en el borde palpebral, enrojecimiento conjuntival, escleritis e inflamación corneal. Los pacientes tienen sensibilidad a la luz y sensación de cuerpo extraño permanente. A veces asocia el desarrollo de chalazión, blefaritis con presencia de costras en las pestañas y ojo seco.
¿Por qué ocurre?.
Existen una serie de factores desencadenantes conocidos que todos los pacientes con rosácea deberán evitar o moderar:
- Exposición a temperaturas extremas (frio o calor)
- Exposición solar directa
- Bebidas y comidas muy calientes
- Comidas y Salsas picantes
- Alcohol
- Ejercicio físico intenso
- Estrés y bajo estado de ánimo (ansiedad/depresión)
- Productos o tratamientos irritantes como p.ej. exfoliantes faciales
Como buena noticia, hasta hace poco se pensaba que la cafeína era un factor desencadenante. Sin embargo, un estudio reciente (1), ha demostrado que no solo no es perjudicial, sino que, el consumo de al menos 4 cafés al día, presenta un efecto protector frente al desarrollo de los brotes de la enfermedad.
¿Cómo se puede controlar?
- Evitar factores desencadenantes
- No utilizar cualquier cosmético, solo los desarrollados para pieles sensibles o pieles con rosácea.
- Hidratar y utilizar agua micelar como limpiador o desmaquillante, aplicando con disco de algodón para no irritar.
- Desterrar los exfoliantes químicos y la manipulación de las lesiones.
- Maquillajes en forma de polvos, espumas o fluidos que se toleran mejor.
- Agua termal sobre la piel en caso de flushing.
¿Tiene tratamiento?
Los pilares de tratamiento de la rosácea son los cuidados y las rutinas que he descrito, así como evitar los factores desencadenantes.
Tenemos a nuestro alcance diferentes tratamientos médicos, en pastillas o en cremas, que pueden mejorar y aliviar significativamente la enfermedad. Será el dermatólogo, individualizando cada caso, quien decida cuál es el más apropiado.
Muy interesantes son los tratamientos complementarios de láser, ya que suponen un punto diferencial a favor en el control y mejor manejo de la Rosácea.
Los que han sido utilizados con más éxito han sido el Láser vascular (Láser de colorante pulsado / KTP / Neodimio:YAG) y los modernos aparatos de Luz Intensa Pulsada (IPL).
Se debe tener en cuenta que la Rosácea es una enfermedad crónica y que, por lo tanto, cursará con episodios de mejoría o empeoramiento y será necesario reiniciar los tratamientos médicos, de láser o IPL.
- Li S, Chen Ml, Drucker AM, Cho E, Geng H, Qureshi AA, Li WQ. Association of Caffeine intake and caffeinated cofee consumption with riski of incident rosácea in women. JAMA Dermatol 2018 Dec 1; 154(12):1394-1400.